Cada segundo se toman decisiones que afectan la vida y el futuro de nuestra Tierra. En nombre del desarrollo se arrasan bosques, se envenenan el aire, y las fuentes de agua, se pone en riesgo a millares de especies, se alteran patrones climáticos al borde de poner a la propia humanidad en el despeñadero, pero surgen oportunidades para revertir esta situación.
Este miércoles 22 de Abril se celebra internacionalmente el Día de la Tierra y en este artículo que compila una serie de temas tratados en la edición dominical del Diario El Comercio, queremos rendir nuestro homenaje a este nuestro hogar en el universo. Cada crisis no es sino una oportunidad de mejorar. En ese sentido la crisis financiera y el alza del petróleo, a lo largo del año pasado, permitieron a los gobiernos, a las industrias, a las empresas y a los consumidores replantearse prioridades y ciertos patrones de consumo. Estados e industrias dirigieron como nunca antes su mirada hacia los combustibles renovables como el etanol. Los inversionistas apostaron por las empresas de energías renovables, avanzándose grandemente en la investigación y desarrollo de tecnologías más eficientes para el aprovechamiento de la energía mareomotriz, eólica y solar. El colapso de la economía tal y como la conocíamos se dio en medio de la crisis ambiental más profunda y preocupante de la historia humana con su secuela de cambio climático, lo cual ha reforzado la necesidad de contar con energías y tecnologías limpias, seguir por este camino generará la primera gran revolución del siglo XXI: la de una economía que sabrá contabilizar los activos y pasivos ambientales.
Nuestro compromiso con el mundo: La huella ecológica
A lo largo de la historia el hombre ha ido dejando su rastro sobre el planeta y lo ha modificado. Incontables complejos arqueológicos, piezas de arte y obras de arquitectura nos dan prueba de ello. Sin embargo, también hemos ido dejando otro tipo de huella, la ecológica. Perú privilegiado: Nuestro país se encuentra en una posición privilegiada. Si bien su huella es superior a la de muchos países, pertenecemos a la liga de países acreedores. Esto significa que como país disponemos de mayor capacidad ecológica 4.2 hectáreas por persona). Sólo el 20% de los países del mundo es acreedor mientras que el 80% restante es deudor (Estados Unidos consume 85% más de lo que tiene) y depende de los recursos naturales excedentes del resto. Si como país entendemos la importancia de tener activos ecológicos en un mundo donde los recursos escasean cada vez más, veremos que nos conviene asegurarlos y preservarlos, no solo por nuestro bien, sino por el mundo entero.
Carlos E. Pereyra
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